miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Artrosis Canina

La artrosis canina es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que cursa con dolor y por tanto cojera o intolerancia mayor o menor  al ejercicio. Afecta a perros de todas las razas y suele aparecer en edades avanzadas. Aun así se da también en perros jóvenes con algún traumatismo previo o enfermedad hereditaria (displasia).

El dolor es el principal síntoma y al ser continuado se activan una serie de mecanismos en el sistema nervioso central que hacen que ante estímulos de igual intensidad  el perro sienta cada vez más dolor a la vez que acelera la progresión de su enfermedad.

Por eso, y aunque la artrosis canina no tiene cura, es importante el tratamiento para evitar el dolor y mantener las articulaciones lo más móviles posible durante el mayor tiempo. El perro con artrosis no tiene por qué sufrir dolor y ver disminuida su movilidad a consecuencia del mismo.

Las claves están en el control del  dolor y la inflamación con antinflamatorios no esteroideos (AINE), además de realizar ejercicio controlado para mantener la movilidad y de hacer dieta en caso de que el animal tenga sobrepeso.

Actualmente existen AINE de larga duración (Trocoxil) que permiten una sola aplicación mensual lo que hace posible el control continuado y en periodos prolongados del dolor, con la consiguiente mejoría de calidad de vida del perro.