En la artrosis canina hay que tener en cuenta tres premisas básicas:
1. Nunca se podrá “curar” al animal de su dolencia (salvo que se haga un reemplazo articular con éxito con una prótesis artificial). El programa de control (antinflamatorios no esteroideos + dieta+ ejercicio controlado) tiene como objetivo detener la enfermedad en el punto donde se encontró y mejorar los signos clínicos que presentara el perro con artrosis paciente.
2. Cuanto más precoz sea el diagnóstico de la enfermedad y antes se inicie la terapia del paciente, mayores serán las probabilidades de asegurar que ese animal disfrutará de una vida normal durante el resto de su vida.
3. Cualquiera que sea el tratamiento que se vaya a plantear, este deberá mantenerse de por vida y el paciente deberá acudir a revisiones de por vida, para evaluar su evolución.
El propietario debe comprender los objetivos del tratamiento de la artrosis canina: mantener al animal con una buena calidad de vida el máximo tiempo posible y evitando las recaídas, mediante la instauración un tratamiento que debe mantenerse durante toda la vida del animal.
